INSTITUTO DUARTIANO INGRESA 23 NUEVOS MIEMBROS DE HONOR

By Instituto DuartianoPublished On: 10 de junio de 2024Categories: Noticias0 Comments

En ocasión del evento, se puso a circular el libro «Duarte 25», que se incluye a la colección duartiana, autoría del doctor Julio Manuel Rodríguez Grullón, vicepresidente del organismo

El Instituto Duartiano reconoció la trayectoria de vida de 23 dominicanos y dominicanas, por haber dedicado parte de sus años a defender la soberanía dominicana, las libertades y derechos esenciales, así como por contribuir con la difusión de la vida, obra y ejemplo del Padre de la Patria y Fundador de la República, Juan Pablo Duarte y Díez, en una ceremonia llevada a cabo el auditorio «Prof. José Joaquín Pérez Saviñón», sede de la entidad patriótica.

Cada uno de los homenajeados ha aportado una cuota importante a favor de nuestra patria, se han consagrado a llevar una vida digna, con un alto sentido de responsabilidad social, de ahí que esta entidad patriótica ha considerado mostrar eso a las generaciones de hoy, de manera que, en medio de tantos antivalores, adviertan que vale la pena servir a su país y a las causas nobles.

El evento, que incluyó las palabras centrales del presidente duartiano, doctor Wilson Gómez Ramírez; la bienvenida por la directivo, arquitecta Ana María Coén y un pensamiento de Duarte pronunciado por el secretario general, arquitecto Jacinto Pichardo Vicioso; y en representación de los juramentados, dijo las palabras de gratitud, Roberto Saladín Selí; contempló una segunda parte en la cual se puso en circulación el libro “Duarte 25”, en el que su autor, doctor Julio Manuel Rodríguez Grullón, vicepresidente de la organización cívica, destaca la figura de Juan Pablo Duarte al momento de formación de la sociedad secreta Trinitaria, época en la cual el patricio contaba con 25 años de edad.

Esta obra bibliográfica enriquece la colección duartiana y, como expresó la presentadora de la misma la historiadora Luisa Navarro, “este es un trabajo singular que destaca la obra del Padre Fundador en el momento estelar de las acciones trinitarias, con las cuales se procuraba alcanzar la independencia de los dominicanos”.

Esta actividad, se realiza en el marco de la realidad que vive el vecino Haití, cuyo pueblo se debate en medio de una hambruna que se agrava, un grave estado de insalubridad, inseguridad social, la ausencia de instituciones y de autoridades, cuestión que preocupa cuando no aparece en el horizonte una solución, y solo se pueden ver claras maniobras dilatorias puestas en práctica por los organismos internacionales y las grandes naciones, en especial Estados Unidos, Francia y Canadá.

El tiempo discurre y nada pasa con respecto Haití, pese a todo lo que se habla y se dice, nada en concreto; mientras, las bandas armadas dominan el territorio haitiano y se muestran desafiantes ante la anunciada presencia de la misión armada de Kenia, a través de la ONU, luego de la suscripción en Nairobi de un acuerdo entre ambas naciones a principio de marzo de este año.

La República Dominicana, actuando en su legítima defensa, tiene que continuar con sus esfuerzos para que esa comunidad internacional acompañe a la nación haitiana, no sólo para crear las condiciones para propiciar el desarme de las bandas que operan en gran parte de aquel territorio, sino para que levante un Registro Civil fiable donde los súbditos de Haití fragüen su nacionalidad y, apoyados en este, constituyan un Registro Electoral que les permitan un aceptable nivel de legitimidad al momento de escoger autoridades con el concurso del pueblo vecino.

Los dominicanos tenemos la obligación de continuar trabajando para ejercer el mayor control fronterizo, para ello es necesario aprobar la ley que reserva la Constitución de la República en su artículo 10, de manera que la titularidad de la tierra en una extensión superficial determinada, zona estratégica garante de la soberanía terrestre, solo sea asignada a dominicanos y dominicanas; y así mismo, se aplique el Código Laboral en lo que concierne al porcentaje de la mano de obra nativa con respecto a la extranjera 80-20, y se apliquen enérgicos planes de repatriación.

Este organismo, responsable de difundir las ideas de Duarte y defender la soberanía, entiende que resulta urgente una gran ofensiva diplomática mundial, incluida, un amplio ejercicio de diplomacia pública y ciudadana, con guía escrita, y una rigurosa unidad de criterios, ante todas las Embajadas del mundo y los organismos internacionales, con un contenido histórico veraz con respecto a las relaciones dominico-haitianas y los datos socioeconómicos, demográficos y medioambientales, enfatizando el contenido del Tratado de 1929, los cuales fundamentan los legítimos y justos reclamos del pueblo dominicano.

La ceremonia concluyó con la declamación del poema «Patria mía» de la poetisa María Cristiana Mere de Farías, y la entonación del himno a Juan Pablo Duarte.